Las ciudades milenarias como Burgos tienen cientos de opciones para pasarlo bien y disfrutar. Es cierto que los muchos monumentos y lugares de interés eclipsan casi por completo cualquier actividad suplementaria. Sin embargo, muchos turistas agradecen otras opciones además de un patrimonio impresionante… por ejemplo, una excelente gastronomía (como la de Burgos) o algo, aparentemente tan trivial como ir de compras.
Algunos viajeros no buscan solamente la compra en sí mismo. También les agrada el contemplar diferentes mercancías y ver el bullicio de de los transeúntes mientras descubren gangas o productos novedosos. Una buena ayuda para esto son los diferentes mercadillos habituales de la ciudad, tales como los textiles, el rastrillo de la Plaza España y el mercadillo hortofrutícola.
Hay tres mercadillos textiles en el municipio de Burgos. El del Parque de los Poetas, el del Paseo del Empecinado y el de Plantío. Respectivamente se celebran los miércoles, los viernes y los domingos. En todos los casos los puestos permanecen abiertos desde las 9 hasta las 14 horas y, aunque se puede encontrar muchos tipos de productos, mayormente se venden calzado y género textil.
Resulta una experiencia de incalculable valor antropológico mezclarse con los vecinos de la localidad y contemplar cómo realizan sus compras. Bueno, yendo a lo práctico, tampoco está de más adquirir algunos de los excelentes productos que se venden y que necesite el turista y viajero.
El Mercadillo de Frutas y Verduras también es en el Plantío los Miércoles y sábados y el de Antigüedades es los Domingos en la Plaza España todos los domingos. Los buscadores de objetos exclusivos encuentran en este lugar un centro de peregrinación obligatorio para encontrar sellos, monedas, antigüedades en general, libros, etc.
Resulta espectacular la cantidad de puestos que se dan y la enorme variedad de productos que se encuentran. Si uno es paciente y sabe buscar, puede encontrar verdaderas joyas, a veces a buen precio. Cuando el clima acompaña, la experiencia de pasear entre los puestos buscando “gangas” es muy placentera y constituye una forma inapreciable de relacionarse socialmente con los vecinos y otros turistas.
Aunque hay muchísimas tiendas en todo Burgos, hay zonas comerciales muy marcadas, que coinciden con calles céntricas y que también suelen restringir el acceso a los vehículos motorizados. En este tipo de calles se puede encontrar desde la típica franquicia igual a cualquier otra ciudad europea, a las tiendas con gusto por lo exclusivo y lo antiguo.
Si se quiere buscar la diferencia y el trato excelente, muchas veces es recomendable recurrir a este tipo de establecimientos. Por supuesto, también es posible recurrir a los grandes centros comerciales que disponen de todo tipo de productos y establecimientos.
El comercio se cuida y se mima desde las instituciones en Burgos. Reconociendo que es un sector estratégico muy importante para la economía de la ciudad, periódicamente se lanzan programas de ayudas para la modernización y la mejora de la calidad del pequeño comercio. Estas subvenciones tienen como objetivo mejorar la competitividad de las pequeñas empresas y marcar la excelencia en todos los procesos comerciales.
Es evidente que el trato que recibe un turista o peregrino en los comercios puede ser un acicate para que se recomiende el destino turístico o para volver en otra ocasión. La mayoría de tiendas en Burgos superan con creces la prueba y se nota que están gestionadas por auténticos profesionales del sector.